miércoles, 26 de mayo de 2010

PERALES DE TAJUÑA. CULTURA.

CASTILLO DE PERALES

La aldea de Perales y su castillo fue durante la Edad Media uno de los lugares que componían las Tierras de Alcalá, señorío de la Mitra de Toledo.
Poco se conocía de este castillo hasta que un grupo de aficionados a la historia local de esta villa, pertenecientes al Grupo de Historia y Etnología de la Asociación Cultural Tajuña, iniciaron estudios de sus datos históricos.
Los restos de este castillo se encuentran dentro de la población de Perales de Tajuña. Los vestigios que se conservan son una torre circular, que pertenecía al recinto del castillo, y fragmentos de muros con restos de sus cimientos, poco visibles ya que están rodeados de construcciones de viviendas modernas, y la nave principal de la actual iglesia parroquial, que debió utilizarse como capilla del castillo.
Residuos de la torre son visibles por encima de los tejados de las casas. Es una torre desmochada, circular, construida en sillarejo en bandas, a cal y canto. Puede tener unos 10 metros de altura, aunque actualmente tiene unos 8 metros hasta su base. En sus laterales se ven inicios de los muros del recinto y, según descripción del Conde de Palma que hizo al emperador Carlos I en el año 1518, los muros eran recorridos por adarves, caminos situados en lo alto de las murallas. El acceso al castillo debió ser por el lado sur, desde la zona baja de la población y con vista a la vega del Tajuña.
Se tiene referencia de otras dos torres circulares, una cerca de la actual y otra más al sur, hoy destruidas, conservando únicamente los cimientos tapados por las actuales viviendas. Estas torres estaban construidas con los mismos materiales y estilo que la actual.
Es discutible que el castillo tenga un origen árabe, siendo más factible que sea una construcción cristiana, aunque colaborasen mozárabes o musulmanes ya instalados en tierras cristianas.
Modernamente se ha dado un posible origen Templario, debido a restos arqueológicos encontrados por algunos vecinos. Son dos botones con la cruz de los Templarios, encontrados en las laderas del otero donde se asentaba el castillo. Se sabe que con este castillo se completaría la línea defensiva que formaban los castillos de Zorita, Torija, Santorcaz, Campo Real y Arganda, alguno de ellos de indudable origen Templario. Esta hipótesis se refuerza con el hecho del culto que se daba a la Virgen del Castillo en los pueblos de Campo Real, Arganda y Perales de Tajuña, e incluso con la existencia de la cofradía de la Veracruz, devoción de origen Templario que se da en estos pueblos, según consta en el Libro de Cofradías del archivo parroquial.
En este castillo se observa el empleo del triple recinto, que fue propio de las construcciones templarias. Hay dos grandes patios interiores a un mismo nivel, separado de otro intermedio por dos barbacanas, visible todo esto en fotografía aérea y planos de principio de siglo.
El único testimonio documentado de la posible construcción del castillo, lo tenemos en el descubrimiento a finales del siglo XVIII, de unas monedas escondidas en un muro del castillo, hecho redactado por D.Agustín de Simancas, en el Informe al Cardenal Lorenzana, en el año 1781.
Estas monedas son de época de Alfonso I El Batallador, casado con Dña. Urraca de Castilla. En esta época el Arzobispo D.Bernardo, apoyado por el rey Alfonso I El Batallador, reconquista Alcalá y su tierra, con sus aldeas y lugares, siendo Perales a partir de este momento tierra de cristianos, por lo que para reforzar los límites de las tierras cristianas de Alcalá se construyera el castillo de Perales de Tajuña, lugar extremo de dichas tierras. En el año 1574 a la aldea de Perales se le concede el título de Villa de la Corona y el castillo hasta entonces en poder del Arzobispo de Toledo, pasó a ser propiedad del rey.
A finales del siglo XVIII aún se conservan los muros del castillo. Es a principio del siglo XIX cuando vecinos de esta villa solicitan al ayuntamiento permiso para construir viviendas en las inmediaciones del castillo, hecho que originará su casi total desaparición.

CELEBRACION DE LOS MAYOS

Una de las costumbres sacada a la luz en algunos de los pueblos de nuestra Comunidad es la Celebración de los Mayos.
Los Mayos son la serenata con que los mozos obsequian a las mozas en la noche última del mes de Abril. Son un canto a la hermosura de la mujer que se ama, una ronda enhebrada con la belleza de los piropos que alegran el corazón enamorado.
En Perales de Tajuña los "Mayos a las mozas" solamente han sido rescatados como ronda que recuerda una costumbre antigua, aunque no se cantan en esa última noche de Abril. Lo que sí se ha recuperado es el canto de "Los Mayos a la Virgen". La serenata, como canto profano, se ha convertido en ronda y veneración a la Virgen del Castillo. Se canta el último día de Abril en la puerta del templo parroquial a las 12 de la noche. A continuación a los Mayos a la Virgen se hacia la ronda que por encargo de novios o hermanos se hacían a las mozas, cantando los Mayos a las mozas.
La rondalla de Mayos estaba formada por tres instrumentos de cuerda (guitarra, laúd y bandurria), un instrumento de viento (flauta) y algún "cantaor".

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